miércoles, 14 de septiembre de 2011

FUNDAMENTALISMO DE LA IMAGEN

Guttemberg y la imprenta abrieron un camino enormemente importante: la democratización de la imagen y la cultura escrita. Este fenómeno se eleva a la enésima potencia cuando la red hace posible el acceso a la cultura y el conocimiento de forma gratuita y desde cualquier parte del mundo. Sin embargo cabe puntualizar, y no cometer el error de crerer que todas las circunstancias del globo son iguales en cuanto a accesibilidd, imaginarios la comparativa de vuestra ciudad con Xuddur, en Somalia, aunque eso es otro tema.

Lo cierto es que actualmente las posibilidades de información y comunicación en el ciberespacio han revolucionado nuestra sociedad y cultura, de forma que nos facilita una comunicación más dialógica y democrática. Sin embargo tales avances han acercado a las audiencias las herramientas para la comunicación capaces de movilizar a cientos de personas dotándolas de cierto poder. Esto obviamente es una fuerte amenaza para los poderes establecidas anteriormente que relataban la historia, los hechos, y los sucesos a su antojo, de forma que podían dominar a las masas.

En este contexto la imagen tiene más potencia que nunca debido a la diversificación y omnipresencia del signo visual en todas sus modalidades. A pesar de esto, el poder de la imagen se conoce desde tiempos inmemoriales acordémonos de las pinturas rupestres.

Su poder se usa con fines informativos-persuasivos desde muy pronto. Es quizá en Roma donde toma más importancia, nacen los alba y libelli, papiros adosados a la pared a modo de cartel o los estandartes, ó la columna trajana y los arcos conmemorativos. La xilografía y la imprenta en la Edad Media dieron lugar sobre todo a la publicidad política y religiosa y revolucionó la cultura icónica.

Su carácter de inmediatez es usado por la iglesia desde tiempos remotos para adoctrinar a la plebe con los martirios o las vidas de los santos, los frescos románicos, las miniaturas de las vidas de los santos o las portadas de las iglesias. Es sobre todo la época medieval del románico cuando además lo hace con un fuerte carácter amenazador una especie de terapia del miedo. Crearon una fuerte iconografía cristiana basada en símbolos que reprodujeron y administraron durante cientos una única verdad, fija, inmutable e intangible de la moral cristiana.

La iglesia ha forjado muchos de los valores que dirigen la moral occidental a través de estas enseñanzas, basta fijarnos en los diez mandamientos o los siete pecados capitales, pero también la monogamia, la familia, la heterosexualidad como única forma de sexualidad sana, la mujer como ser inferior al hombre, domesticada y sierva…



(imagen extraida de este BLOG)donde se pueden encontrar muchos mas ejemplos.


Lo cierto es que nuestra sociedad contemporánea utiliza masivamente la imagen como signo comunicativo debido a su eficacia para la persuasión y la manipulación. Hoy en día la imagen se consume hasta la extenuación, y además es precisamente una enorme aliada de los medios de poder y control. Es mucho más fácil la dominación de los sujetos, mientras las mentes permanecen dormidas e irreflexivas. Las democracias, aunque yo mas bien diría los mercados que parece que ahora son mas dominadores que nunca, mejor aún, las democracias al servicio de los mercados y siendo siervas de estos, fomentan el pensamiento único en una determinada dirección.

El propio sistema neoliberal nos entretiene. Trabajas, piensas en la hipoteca, los gastos del coche, los muebles nuevos, el Iphone de última generación, la crema rejuvenecedora, etc… Trabajamos para poder comprar y mientras lo pagamos estamos firmamos un contrato de esclavismo encubierto o no tanto. Ya no somos libres sino esclavos de aquello que creemos que necesitamos para satisfacer las necesidades creadas por el propio sistema.

Me vienen a la memoria dos documentales: Comprar, tirar, comprar y Grandes superficies.




¿Estamos ante un tipo de imagen fundamentalista? Si buscamos en la RAE fundamentalismo, existen definiciones asociadas al concepto religioso y coexiste una tercera que podemos aplicar a otros campos:
3. m. Exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina o práctica establecida.

El lenguaje visual contemporáneo y con mayor protagonismo el lenguaje publicitario se puede llamar fundamentalismo de la imagen pues: enfatiza los códigos para producir un efecto deseado en el lector, luego pretende pretende el sometimiento de el espectador a sus lenguajes y fines.

Es fácil ver como los régimenes dictatoriales han impuesto su lógica de la verdad univoca, al igual que la iglesia impone la teológica, sin embargo la forma de hacerlo en los supuestamente democráticos es generalmente otra bien distinta, la pasividad y el espítiru acrítico de los ciudadanos. Vemos tantas imágenes que estas se acaban conviertiendo en una doble realidad, como explicaba Baudrillard en “Cultura y simulacro”.

El uso de las emociones en el contexto contemporáneo cuando comunicamos con las imágenes es una de sus principales fuentes de eficacia a nivel persuasivo. Según Ferres y Prats (2003), las audiencias han podido en algunos momentos de la historia cambiar contenidos debido a un rechazo fuerte y colectivo hacia determinados contenidos. Sin embargo esto solo es posible con una sensibilización crítica de los espectadores. La importancia de la recepción en el proceso de comunicación es evidente, y sin embargo algunos siguen resistiéndose a la imperativa y urgente necesidad de una educación mediática que alfabetice a las audiencias en torno a la feroz visualidad que acontece.

El bombardeo, la espectacularización y la mercantilización informativa de las emociones ha supuesto una perdida de sensibilidad en las audiencias que parecen inmunizadas a todos los horrores. Si antes veíamos a un niño con efectos desoladores de desnutrición se nos encogía el estomago ahora cambiamos de canal. Vivimos como en un shock perpetuo de indigestión de medios.

Además la imagen fotográfica, videográfica, televisiva… parecen estar dotadas de una veracidad indiscutible. Parece creerse a pies juntillas todo aquello que sale en los informativos solo por el mero hecho de estar registrado a través de una cámara. Son como pruebas en un delito, y aunque fuese cierto, que no lo es, el mismo ojo que captura elige que parte de la realidad mostrar, luego «lo que nos hace ver el mundo es también lo que nos impide verlo» (Debray, 1998).

A modo de reflexión y conclusión final y como una declaración de intenciones y férrea defensora de la educación mediática, rescato un fragmento de un texto que viene al hilo y escribí para fines similares hace ya tiempo.

Ya apuntaba Molí-Nagy, profesor y teórico de la imagen en la BAUHAUS, en 1935, “los iletrados del futuro ignorarán tanto el uso de la pluma como el de la cámara”. Ese futuro ya es hoy, por tanto se hace inminente dada la importancia social del medio audiovisual la alfabetizad visual (D. A.Dondis “Sintaxis de la imagen”, GG, 1973) que garantice a los individuos del futura ser críticos en cuanto a la visualidad que acontece.

De todo lo expuesto es es claro el posicionamiento que debemos adoptar respecto de los medios, conociendo su mecanismo y capacidad de manipulación debemos ser combativos y reflexivos.

Los que confunden ver con mirar omiten que la capacidad de ver implica comprensión de la imagen hasta su significado mas profundo. Mientras que el que solo mira participa superficialmente de las imágenes como un analfabeto en un libro.

Por tanto educar la mirada consiste en ayudar a la mente a enfrentarse a la compleja imagen del mundo contemporáneo más allá del mero registro de imágenes ópticas.

El consumo voraz y superficial de la imagen actual y el despliegue de medios hace que nuestra cotidianidad este repleta de experiencias visuales y por tanto es impensable enfrentarse a ellas con tan solo intuición, agrado o rechazo. Por tanto es uno de nuestros compromisos en nuestra labor como docentes dotar a nuestros alumnos de las herramientas necesarias para emitir juicios críticos de su entorno visual. Al igual que el saber escribir no obliga a todos a que seamos literatos, educar en lo visual no implica necesariamente educar artistas sino de dotar de conocimientos suficientes para mejorar sus vidas en base a la mejora de sus capacidades interpretativas y comunicativas en el campo visual.

Entrada tras la lectura: EL FUNDAMENTALISMO DE LA IMAGEN EN LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO, de José Ignacio Aguaded, Ramón Ignacio Correa

V.V.A.A. Figuras formas y colores: propuestas para trabajar la educación plástica y visual. Barcelona: Grao. 2003.
MURDUCHOWICZ, R. (Coord.) (2003): Comunicación, medios y educación. Barcelona, Ed. Octaedro.
DONDIS, Donis A., La sintaxis de la imagen. G.G. Barcelona, Diseño, 2004.
RAMIREZ, Juan Antonio. Medios de masas e Historia del Arte. Catedra. 1997.
BAUDRILLARD, J., Cultura y simulacro, Barcelona, Ed. Kairós, 1978.

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